Recordarnos para Reencontrarnos
“Reconocer lo increíbles que somos, es el primer paso hacia nuestra auto exploración”
— OSHO
En el 2016 tengo la impresión que me es difícil describir lo que hago a los demás de una forma sencilla y clara, en este año puedo ver que la sensación proviene de escuchar a la gente expresar con dificultad sus emociones y apegos, todo es duro y complicado para superarse; cada conversación era una lápida de memorias que me devolvían a mi infancia.
Antes de dormir, cuando tenia 6 años, mi abuelo siempre me recordaba que antes de poner la cabeza en la almohada me detuviera para tener claro dos cosas:
Que no le deba nada a nadie.
Que haya hecho lo mejor posible.
La esencia de estos consejos me acompaña todos los días para ayudarme a llevarme puesto lo mejor de mi. Desde ahí y con todas las dudas por resolver me pregunte:
¿Cómo podemos vivir en el mundo desde nuestra mejor versión, esa que procura el gozo y la alegría?
En nuestra era, donde la tecnología nos sobrepasa, los estímulos son pulsos incesantes, hoy más que nunca, la mayoría es creado para buscar afuera, para distraernos, para satisfacernos desde el otro y hacer más grande el velo que nos separa de nosotros mismos. Desde hace años veo como parece todo ser cocreado para existir en un péndulo de opuestos pronunciados, desde mi deseo por encontrar nuevos horizontes y siempre con las ganas de compartir a los demás experiencias de transformación, me abre a la idea que el mejor punto de inicio es desde adentro.
En el tiempo donde se busca la unicidad habremos de experimentar la maravilla de las polaridades para reencontrarnos en el todo, desde ahí los facilitadores que me acompañaron a recordarme me instruyeron en distintas disciplinas para acompañar a otros en su transformación y traducir para que cualquiera logre conectarse.
Ahora es un momento idóneo para recordar (volver a encordar), trazar un camino que nos lleve a vivir desde nosotros mismos, integrados, coherentes, saludables y prósperos; para crear es imprescindible saber quiénes somos, cómo estamos, entrar en nuestro ser y explorar. Gracias a mis veinte años en este camino me doy cuenta que acompañar desde la compasión, de forma neutral y clara son las bases para que otros continúen su camino con mínimos esfuerzos y máximos resultados.
Nadie en el universo siente, piensa, vive o ha vivido e integrado las mismas experiencias, como seres únicos e irrepetibles no cabemos en una sola definición, en un patrón, en un descriptivo. Somos nosotros, cada uno, quién si lo desea, irá al encuentro del entendimiento de la propia experiencia, logrando ver que una sola verdad es la cuna un universo,. y hasta el momento somos un multiverso bailando al unísono.
Tenemos la capacidad de escribir, diseñar a gusto y preferencia la existencia, por lo que conocer y entender herramientas, técnicas y prácticas que hagan más sencillo el andar, me parece una necesidad, un gran apoyo, siempre desde la toma de responsabilidad en nuestro proceso individual y colectivo.
Lo mínimo crea lo máximo si nos permitimos florecer desde nuestra mejor versión, en nuestro mayor beneficio.