Eres todas las posibilidades

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Fue hace años cuando por primera vez leí de la posibilidad creadora del ser humano, notas que versaban de cómo cada persona podía crear realidades distintas en su vida cotidiana, mi primera reacción y tal vez la tuya al leer esto, fue de incredulidad.

Al principio superaba mi entendimiento, cómo era que yo podía vivir una realidad distinta, que en mi estaba la creación de miles de posibilidades que me llevarán a experimentar cosas distintas a las que estaban destinadas para mi”.

Creo me impulsó la curiosidad, me movió ir en contra de mi educación, estaba cansada de una vida donde parecía no podía cambiar nada. Una actitud de rebeldía fue lo que me impulsó a explorar un camino que me llevaría a posibilidades infinitas, creo muchas que en ese momento ni siquiera pude imaginar.

Empezar a probar, a retar a mi realidad, a ir con miedo e incertidumbre a ver cómo era eso de crear posibilidades nuevas, romper el patrón personal de acciones y reacciones, probar que si se podía vivir algo distinto a todo lo que se me había educado, transmitido, programado.

Aceptar que mi vida sí podía ser distinta y vivirla con nuevas posibilidades.

Percibo que vivimos un mundo donde todo lo atribuimos a algo o alguién más, cualquier situación, circunstancia, vivencia, incidente, accidente, decisión, creencias, emoción experimentada, forma pensamiento la atribuimos a algo externo a nosotros.

Al vivir bajo ese esquema nos convertimos en seres productos de una realidad la cual parece estar desvinculada de nuestra existencia. Vivimos la vida, derivados de un destino, entidades que solo vamos jalados por una corriente, por un colectivo que generalmente no tenemos en cuenta, en consciencia, en mente.

Las pautas que en mi experiencia me permiten ir a nuevas posibilidades, te las comparto:

Una a la vez, en algún tema de tu vida fija una meta y describe qué acciones físicas, cambio mental, entendimiento de tus emociones, qué cosas de atoran, qué se necesita en el camino para llegar. Un paso a la vez, olvida la meta y enfócate en las acciones diarias.

Toma tu tiempo para decidir, una vez que sientas, intuyas y tengas la visión para donde andar, la asertividad es la clave, actúa como si todo en tu vida dependiera de ese momento, con seguridad, claridad y enfoque.

Invierte en ti, para poder ver nuevas posibilidades requieren nuevos conocimientos y recursos, explora, lee, toma cursos, hay mucha información disponible, llénate de nuevas perspectivas. Enfócate en tu desarrollo personal, ten en cuenta que con la misma información es complejo tomar nuevas oportunidades. El conocimiento nunca, nunca está de más.

Todo suma, cada cosa que integres en tu experiencia puede ser la puerta a posibilidades no pensadas, inimaginadas, sal al mundo con visión exploradora y con inocencia para sorprenderte y ver entonces nuevas cosas.

Deja la procrastinación, toma la vida hoy, elige hoy, esa actitud de dejar cosas, acciones, conversaciones, opciones para el mañana es el ancla para no experimentar las nuevas oportunidades. Olvídate la del frase “para mañana”.

Cuando te des el permiso y te pongas disponible, todo podrá ser derivado de tus acciones y entonces entrarás en una resonancia coherente para vivir de forma tangible los sueños, ideas, proyectos que has creado para ti y unos cuantos magníficos que llegaran a tu encuentro derivado de tu asertividad.

Vivir al encuentro de nuevas posibilidades te permitirá una experiencia satisfactoria, plena, creada de ti para ti. En ti está la capacidad de ser el creador de tu experiencia.

Vero Aranzabal

Colaboración para la revista CON SENTIDO agosto 2021, páginas 30 y 31: https://bit.ly/EdicionAgosto